jueves, septiembre 13, 2007

 

Real Monasterio de San Victorián o el abandono del patrimonio aragonés


Sus antecedentes se remontan al siglo V (atención, V, con uve), cuando el eremitorio de San Martín de Asán era regido por el santo Abad Victorián, durante el reinado del visigodo Gesalaico (485-511).


Escribe Antonio García Omedes en su sitio web sobre el románico aragonés:

San Victorián, en la cabecera del Sobrarbe, a las faldas de Sierra Ferrera, dando vista a la comarca de L´Ainsa y del valle de La Fueva, fue al Sobrarbe lo que San Juan de la Peña a la Jacetania.


Con la reforma Cluniacense de Sancho Ramírez en 1071, quedó al igual que el monasterio pinatense, bajo la protección directa de la Santa Sede.



Su declive comenzó en 1571, al ser aplicadas sus rentas, por decisión del Pontífice Pio V, a la dotación de la nueva diócesis de Barbastro.


La desamortización de Mendizabal, en 1835 fue su puntilla.


Hoy es un montón de ruinas en un bello paisaje, que evocan lo que fue. En la actualidad [2002] se está procediendo a su rehabilitación, la cual ha comenzado por poner cubiertas al templo.

En el año 2002 escribía García Omedes los párrafos anteriores, pero la rehabilitación anunciada concluyó con unas (horribles) cubiertas metálicas del templo y la reparación de algunas grietas.


Hoy [2007], visitar el sitio del monasterio es sentir la vergüenza colectiva de un pueblo, el aragonés, que, con sus políticos a la cabeza, deja abandonado su patrimonio al olvido y a la destrucción.




Eso sí, el Real Monasterio de San Victorián fue declarado Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento, en el Boletín Oficial de Aragón de fecha 22/03/2002. Imagino que alguien se haría alguna foto para la prensa gracias a esta pomposa declaración.


Podéis leer algo sobre su historia en la web de El Pueyo de Araguás. Para conocer su ubicación, podéis pinchar aquí para verlo en Google Maps o aquí para verlo con la aplicación Google Earth.

(Fotos: Javifields)

Etiquetas: ,


comentarios:
Me alegra que hayas escrito este artículo y espero que los que se tienen que dar por aludidos lo hagan. Me viene a la cabeza el caso del monasterio de San Prudencio en la Rioja. Vergonzoso.

Si nuestro patrimonio se olvida y destruye, nuestra identidad como pueblo también lo hace.
 
Estoy totalmente de acuerdo con samimi: " Si nuestro patrimonio se olvida y destruye, nuestra identidad como pueblo tambien lo hace".
Ánimo a todos a que se hable, se escriba , se comente.... para sensibilizar a "los buscadores de votos" y aunque sea por este fin hagan algo. Nuestro Patrimonio y todos nosotros se lo agradeceremos.
 
Publicar un comentario

<< Inicio