sábado, junio 23, 2012

 

Turing, cien años en la Historia

Alan Mathison Turing, 23 de junio de 1912 - 23 de junio de 2012. Cien años con Turing.

Su contribución quizás más valiosa:


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Un mini-documental del canal Historia (que ya se queda un poco viejuno):


Y el documental Breaking the Code: Biography of Alan Turing (Herbert Wise, BBC, 1996):

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sábado, junio 16, 2012

 

Foto: baluartes y revellines

Si finalmente resulta necesario, volveremos a baluartes y revellines para defendernos de los bárbaros del norte...

Baluarte Bajo de Nuestra Señora de Guadalupe y Revellín de los Reyes,
desde el Baluarte del Redín (Pamplona, foto: javifields)

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domingo, junio 10, 2012

 

Foto: Gdańsk, que parece estar de moda

Paseando por Długi Targ, el "salón de la ciudad", Gdańsk (foto: Javifields)

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sábado, junio 09, 2012

 

Persiguiendo sueños imposibles: Cuarta parte

Las partes anteriores:
Parte 1ª. Fitzcarraldo. La película.
Parte 2ª. Un montón de sueños. El documental sobre cómo se hizo Fitzcarraldo.
Parte 3ª. Mi enemigo íntimo. Documental de Herzog sobre su difícil relación con Klaus Kinski.



Parte 4ª. Conquista de lo inútil. El diario íntimo de Werner Herzog durante el rodaje de Fitzcarraldo.

Así recuerda la fantástica Claudia Cardinale su descubrimiento del diario de Werner Herzog durante el rodaje de Fitzcarraldo (vídeo de sólo un minuto, no te lo "saltes"):

   
(su inglés se entiende muy bien, pero le he puesto subtítulos en castellano: pincha en "cc", en la parte inferior derecha del vídeo, si no se ven)

Cuenta Cardinale que Kinski estaba muy celoso porque para él aquel diario era algo misterioso, que le excluía. Kinski tenía miedo de lo que Herzog podía escribir de él en aquel diario. Y aunque en el documental (Mi enemigo íntimo, 1999) Herzog dice que no lo ha publicado y que ni siquiera lo ha leído, finalmente lo publicó en 2004, en alemán, como Eroberung des Nutzlosen. Cinco años después fue traducido al inglés con el título Conquest of the Useless: Reflections from the Making of Fitzcarraldo.

Como dijo la recensión de The New York Times, el documental Mi enemigo íntimo nunca pudo penetrar en los pensamientos deshonestos de Herzog, al menos no en la forma en la que su fascinante y extraño diario escrito lo hace.

Fue finalmente traducido al castellano y publicado como Conquista de lo inútil por la editorial Blackie Books en 2010 (ver aquí la presentación de la editorial). En la nota publicada por La Vanguardia con la aparición de la edición en castellano, Herzog responde a la pregunta "Después de todo eso, ¿no se volvió loco, señor Herzog?":
No, cuando las dificultades arreciaban, yo me refugiaba en la escritura. Hay gente que busca consuelo en la religión, o busca el olvido con la bebida. O con la música. Yo escribía. Porque pensaba, y todavía pienso, aunque luego, no sé por qué, no podía ni mirarlo, que ese texto sobreviviría a la película...
Y continúa la nota:
Efectivamente, el diario da una imagen de distanciamiento poético. Como si las desdichas de Fitzcarraldo no fueran con Herzog. El director se lo mira todo con atención, pero también con indiferencia; con la misma indiferencia con que la jungla mira las batallas inútiles del protagonista del filme. “La naturaleza es indiferente a las pasiones de los hombres”, asegura Herzog, que se reconoce un buen director de espacios abiertos: “Soy bueno rodando la selva, la aridez del desierto o la majestad de la alta montaña (tiene un documental sobre un volcán a punto de estallar)”. “Y ya sean ficciones o documentales, yo no romantizo las historias –insiste Herzog–. Me han colgado la etiqueta de romántico a mi pesar. A mí me interesa la voluntad de los hombres por conseguir sus sueños”.
Éste es mi ejemplar, en papel, como los de los "viejos tiempos":



Termino con un par de anotaciones del diario.

Ésta, del día 14 de febrero de 1981, punto de inflexión en la determinación de Herzog:
Río Camisea, 14/2/81 
El río un poco más bajo hoy. Mauch, Vignati y yo hemos subido con machetes por la pendiente hasta el punto más alto entre los ríos, nos hemos montado en la plataforma y nos hemos dejado mecer por el viento. Estábamos completamente a solas con la selva; hemos flotado sobre las copas humeantes de los árboles y he perdido el miedo a la idea de hacer pasar un barco enorme por encima de la montaña, aun cuando todo en este mundo aquiejado de gravedad se pronuncie en contra.
Otra anotación interesante un par de meses después. Reflexión sobre el paralelismo entre la selva y la ópera, dos ingredientes que aúna Fitzcarraldo, y el denominador común a ambos ingredientes: la belleza de lo inverosímil. Una clave para entender la película.
Camisea, 14/4/81 
Gran prueba de vestuario ayer; a Paul le cortaron el pelo, y a Kinski le hemos puesto un tinte de un tono ligeramente distinto. Varios berrinches suyos, uno porque le tocaron el cabello. "Ni siquiera mi peluquero puede tocarme el pelo", gritaba fuera de sí, pero cuando soy yo quien le acomoda el pelo y el sombrero, lo acepta. Mientras tenía otra rabieta por alguna otra trivialidad, una niebla silenciosa llenó el valle e inundó suavemente la selva profunda. Alan Dunn, me acordé, tenía un reloj parlante que daba la hora con voz plana de robot, y me entraron ganas de tenerlo aquí conmigo. 
He leído la traducción del libretto de Piave para el Ernani, editada en Zurich en 1952, y en el prólogo he encontrado un comentario de una estupidez tremenda: "se han suprimido las inverosimilitudes más flagrantes", cuando lo increíble es precisamente lo más bonito de la historia, o mejor, del género operístico en general, justamente porque aquello que no es concebible ni por el más exótico cálculo de probabilidades, aparece en la ópera como lo más natural, en una poderosa transformación en música de un mundo en su totalidad. También los Grandes Sentimientos de la ópera, que suelen despreciarse por exagerados, a mí al contrario me parecen condensados, reducidos a arquetipos, a una esencia que ya no es posible concentrar más. Son axiomas de sentimientos. Eso es lo que la ópera y la selva tienen en común.

Termina aquí esta mini-serie sobre la conquista de los sueños imposibles e inútiles. Espero que te haya interesado, al menos, un poco. Te invito a dejar tus comentarios, ya te parezcan nimios o exagerados. Imagina que los piensas en voz alta mientras estás solo, en medio de la selva, escuchando O Mimì, tu più non torni (La Bohème, Puccini) interpretado por Caruso y Scotti...

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domingo, junio 03, 2012

 

Persiguiendo sueños imposibles: Tercera parte

(Las partes anteriores, uno y dos).

Parte 3ª. Mi enemigo íntimo. Documental de Herzog sobre su difícil relación con Klaus Kinski.

En 1999 Werner Herzog estrenó su documental, Mi enemigo íntimo (Mein liebster Feind), dedicado a la figura de su actor fetiche, Klaus Kinski.

Y si bien no queda claro tras verlo si se trata de un homenaje o más bien de una venganza, resulta interesante, para los que hemos admirado los trabajos de interpretación que Herzog supo sacar de Kinski (Aguirre, la cólera de dios; Nosferatu, vampiro de la noche; Woyzeck; Fitzcarraldo; Cobra Verde), conocer algunos detalles sobre el trabajo y la personalidad del actor, y también sobre su relación de amor-odio con Herzog.

Muy recomendable documental, enseña los peores y los mejores momentos de ese loco Kinski. Los mejores, mostrando algunas de las inolvidables escenas de las cinco películas que hizo con él. Los peores, descubren la verdadera personalidad de Nikolaus Karl Günther Nakszynski, un auténtico imbécil y ególatra supino.

Un par de las frases de Herzog en el documental, que resumen su dualidad de sentimientos hacia el actor:
Cada una de mis canas lleva el nombre de Kinski... sí, sí, le echo de menos.
Durante el rodaje [de Fitzcarraldo] los indios me ofrecieron matar a Kinski por mí. Me dijeron: "¿Le matamos por ti?" Y yo dije, "No, por Dios, lo necesito para el rodaje. Dejadlo, dejadlo." Entonces lo rechacé, pero ellos iban en serio. Si hubiera querido, le habrían matado. Enseguida lamenté haber detenido a los indios.
A continuación, una muestra de "los dos Kinskis" en el recuerdo de Herzog.

Super-bronca con el jefe de producción, Walter Saxer, durante el rodaje de Fitzcarraldo (a Kinski no le gustaba la comida).


Pero también, los buenos recuerdos, un par de escenas inolvidables de otras dos películas, y esa bella escena final del documental, jugando con la mariposa.


La película de hoy: Mi enemigo íntimo
Título original: Mein liebster Feind - Klaus Kinski
Director: Werner Herzog
Año: 1999
IMDB: más información

Y volviendo al título de esta "miniserie de anotaciones"... en otra escena del documental, Herzog recuerda el rodaje de Fitzcarraldo junto con el fotógrafo Beat Presser, contemplando una foto de éste que se convirtió en póster de la película y en metáfora de la persecución de los sueños inútiles.


Werner Herzog.— Esto se convirtió en nuestro cartel. Nadie creía que habíamos movido el barco por la montaña.


Beat Presser (fotógrafo).— Y tú lo has probado. La película lo prueba.


Werner  Herzog.— Creo que esto es verdaderamente la prueba en blanco y negro y también en papel. Es una gran metáfora. Sigo sin saber por qué es una metáfora, pero sí sé que es una gran metáfora.


La última entrega, más adelante:

Parte 4ª. Conquista de lo inútil. El diario íntimo de Werner Herzog durante el rodaje de Fitzcarraldo.

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