Estamos en julio de 2002, unos soldados del ejército USA luchan en Afganistán contra un grupo de yihadistas (terroristas islamistas). Uno de los terroristas lanza una granada y ésta explota. Muere un sargento norteamericano de 28 años. El terrorista es detenido. El próximo 4 de febrero comparecerá ante un tribunal militar, acusado del asesinato del sargento.

Su nombre: Omar Ahmed Khadr.


Septiembre de 1986, nace un niño en Canada, hijo de padre afgano (un profesor de informática) y madre palestina, aunque ambos nacionalizados canadienses. Dos años después la familia se traslada a Pakistán. En 1992, el padre, lugarteniente de Osama Bin Laden, es herido por una mina y regresan todos a Canadá. En 1995, el mismo sujeto es detenido como sospechoso de haber financiado un atentado en Pakistán, la voladura de la embajada egipcia en la que murieron 17 personas. Excarcelado en 1997, la familia se va a vivir a Afganistán. En ese momento el niño del que hablábamos tiene ya 11 años y es enviado en Afganistán a un campamento de entrenamiento militar de Al Qaeda. En 2002, cuando el niño tiene 15 años, participa en una refriega bélica cerca de Khost, Afganistán. El edificio en el que se atrinchera es reducido a escombros por los norteamericanos. Herido grave y rodeado por soldados norteamericanos, el niño lanza una granada.

Su nombre: Omar Ahmed Khadr.


El resto de la historia está en la prensa: Omar Ahmed Khadr es detenido y trasladado, con 16 años, a la base militar norteamericana de Guantánamo.

Allí es interrogado y maltratado desde los primeros días. Palizas, sofocamientos, amenazas de violación o encadenamientos. No recibe la visita de un abogado hasta dos años después.

El próximo 4 de febrero, como decía, comparecerá ante un tribunal militar, acusado de asesinato.

Cientos de miles de niñas y niños son reclutados en todo el mundo por ejércitos y grupos armados. Son obligados a servir, a trabajar como espías, como esclavos sexuales, y a morir en el campo de batalla. Muchos de ellos son secuestrados de sus familias.

Un niño o niña soldado es cualquier persona menor de 18 años que forma parte de cualquier tipo de fuerza o movimiento armado, ya sea regular o irregular, en cualquier condición, incluyendo pero no limitado a, cocineros, porteros, mensajeros y cualquier otra persona que acompañe a dichos grupos y no sea solamente un familiar.

La Coalición Española para Acabar con la Utilización de Niños y Niñas Soldados está formada por Alboán, Amnistía Internacional, Entreculturas, Fundación el Compromiso, El Servicio Jesuita a los Refugiados y Save the Children. Formada en febrero de 2003, la Coalición trabaja desde España, en coordinación con la Coalición Internacional con sede en Londres, para acabar con la insostenible situación de los niños y niñas soldados.

Su objetivo: Acabar con la participación de niños y niñas en conflictos armados, poner fin al reclutamiento forzoso de menores de 18 años y asegurar que en los países en situación de conflicto o post conflicto se llevan a cabo buenos programas de desmovilización, desarme y rehabilitación para los niños y niñas soldados. Con este fin, se promueve la adopción y cumplimiento de normas nacionales, regionales e internacionales destacando entre ellas la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño y el Protocolo Facultativo sobre reclutamiento de menores.

Que cada cual extraiga sus propias conclusiones y, si le apetece, nos las ponga aquí por escrito.

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