jueves, junio 16, 2005

 

Los muy nobles Premios Ig Nobel (III): el gran año 96

El premio Ig Nobel 1996 en “Física” podemos considerarlo los informáticos como “muy nuestro”, motivo por el cual nos detendremos algo más en su descripción.

Lo obtuvo Robert Matthews de la Universidad Aston (Reino Unido) por sus estudios sobre la Ley de Murphy y, especialmente, por su artículo

“Tumbling toast, Murphy’s Law and the fundamental constants”

publicado en julio de 1995 en el European Journal of Physics.

En él, Matthews demuestra por qué la tostada suele caer por el lado de la mantequilla. Nada tiene que ver la demostración con el efecto aerodinámico del lado untado de la tostada; se trata básicamente de un tema de gravedad y de tener algo en cuenta el efecto de fricción.

Más aún, Matthews demuestra que si las mesas sobre las que untamos las tostadas tuviesen tres metros de altura, en lugar de los habituales setenta centímetros, el problema desaparecería pues la tostada tendría espacio suficiente en su caída para dar una vuelta completa.

La curiosidad de Matthews no tiene límite, pues se pregunta a continuación por qué las mesas no tienen tres metros de altura. La respuesta es evidente: para poder ser útiles a los humanos. Ante este resultado, Matthews se plantea el porqué de la altura habitual de los humanos, y demuestra, usando un modelo de enlace químico, que la altura máxima que puede resultar segura para una criatura bípeda esencialmente cilíndrica, como un humano, es de tres metros. Por encima de esa altura una simple caída generaría una aceleración que podría provocar la ruptura de los enlaces químicos, con el consiguiente alto riesgo de fracturas generalizadas. Este límite reduce a un máximo de un metro y medio el límite de la altura de una mesa útil para humanos, altura con la cual no se puede garantizar todavía que la rotación de la tostada sea completa.

Parece por tanto que todos los organismos con características similares a los humanos, y untadores de tostadas, estamos condenados a experimentar esa manifestación de la Ley de Murphy. Por otra parte, Matthews propone una idea genial para resolver el problema, untar la mantequilla con la tostada situada a muy poca altura sobre un plato, de esta forma la tostada no tiene tiempo (o deberíamos decir espacio) en su caída para dar la vuelta.


Orientación inicial de la tostada rotante (Ig Nobel 1996 en Física).

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comentarios:
no me ha quedado muy claro porque dices que este premio es muy "vuestro" ¿acaso son los informáticos los mayores consumidores de tostadas del mundo?
 
puede que Mr: Murphy fuera un informático con muy pesimista que se aburria tanto como javifields pero que en vez de escribir un blog, postulo sus famosas leyes
 
las últimas investigaciones sobre tostadas de mantequilla:

"Unos investigadores de la Universidad británica de Leeds han descubierto la fórmula de la tostada perfecta. Un hallazgo para el que se necesitaron tres meses de trabajo y una inversión de quince mil euros. El resultado es una ecuación que, resumiendo, dice que la cantidad de mantequilla de la tostada debe ser de un séptimo del grosor del pan, y debe untarse a una temperatura de 5ºC."

un séptimo? qué racanería!
 
estarán a dieta...
 
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