jueves, febrero 08, 2007
Las ruinas de Mendoza
Como ya conté en una anotación anterior, Mendoza es una zona con bastante actividad sísmica.
El 20 de marzo de 1861, a las nueve de la noche, la tierra comenzó a temblar de manera brusca. Algunos sintieron “un desvanecimiento, como si el suelo se moviese sobre agua, e inmediatamente se oyó un ruido terrorífico como si miles de carros cargados de piedras fuesen arrastrados por toda la ciudad”. La intensidad del sismo en la escala de Richter llegó a los 7,2 grados (máximo 10°), y en la de Mercali modificada entre IX y X (máximo XII). Unas cinco mil personas murieron, del total de ocho mil habitantes de la ciudad en aquella época.
Toda la ciudad colonial quedó convertida en escombros. El cambio político fue también importante: tras el terremoto se prohibió blanquear las casas con cal para que no recordasen el pasado colonial.
Lo único que quedó en pie son los restos de la Iglesia de los Jesuitas, frente a la plaza Pedro del Castillo. La iglesia había sido transferida a los Franciscanos en 1767, cuando la Compañía de Jesús fue expulsada de los dominios españoles.
En fin, nada interesante en las ruinas. En cambio circulan algunos coches interesantes. Éste de abajo estaba aparcado justo delante de un mural en el que se recrea la antigua misión jesuita.
El 20 de marzo de 1861, a las nueve de la noche, la tierra comenzó a temblar de manera brusca. Algunos sintieron “un desvanecimiento, como si el suelo se moviese sobre agua, e inmediatamente se oyó un ruido terrorífico como si miles de carros cargados de piedras fuesen arrastrados por toda la ciudad”. La intensidad del sismo en la escala de Richter llegó a los 7,2 grados (máximo 10°), y en la de Mercali modificada entre IX y X (máximo XII). Unas cinco mil personas murieron, del total de ocho mil habitantes de la ciudad en aquella época.
Toda la ciudad colonial quedó convertida en escombros. El cambio político fue también importante: tras el terremoto se prohibió blanquear las casas con cal para que no recordasen el pasado colonial.
Lo único que quedó en pie son los restos de la Iglesia de los Jesuitas, frente a la plaza Pedro del Castillo. La iglesia había sido transferida a los Franciscanos en 1767, cuando la Compañía de Jesús fue expulsada de los dominios españoles.
En fin, nada interesante en las ruinas. En cambio circulan algunos coches interesantes. Éste de abajo estaba aparcado justo delante de un mural en el que se recrea la antigua misión jesuita.
Etiquetas: Argentina