viernes, marzo 02, 2007

 

Animalicos: los habitantes de gua Telinga

Nunca me han gustado las cuevas. No es que tenga (mucha) claustrofobia, pero eso de arrastrarme por una chimenea bajo tierra, con los brazos por delante porque no caben a lo largo del cuerpo y sin poder dar marcha atrás, me pone muy muy nervioso.

Aún recuerdo la primera vez que me metieron en una, a eso de los diez o doce años, en la Selva de Oza. La sala final merecía la pena, muy grande, con estalactitas... pero lo que tuve que pasar para llegar allí aún no se me ha olvidado...

Cuando muchos años después íbamos a entrar a la cueva Telinga, en la selva de Taman Negara, no pude evitar acordarme de la primera cueva (de selva a selva). La diferencia evidente era que yo abultaba el doble, así que si me encontraba con chimeneas como las de Oza, con mi torpeza para reptar, seguro que no pasaba.

Para animarme más, en el grupo que entró delante había una señora... digamos... voluminosa, a quien el guía no sabía si dejar entrar o no. Finalmente le dejó, pero a los cinco minutos la vimos salir llena de barro, sofocada y resoplando, por el mismo agujero por el que se había metido (se supone que había que salir por otra boca de la cueva). "Sencillamente no quepo", nos dijo.

Finalmente entramos y no fue para tanto. Se cabía de sobra. Eso si, barro había bastante, y conseguí que los únicos pantalones que llevaba para pasar un mes (espíritu mochilero...) quedaran hechos una mierda en la primera semana de viaje.

Lo más curioso de la cueva, aparte del barrizal (está escavada por el río Telinga, así que agua no falta), es la cantidad de murciélagos de varias especies que la habitan. Cuando los ojos se acostumbran a la oscuridad empiezas a notar que todas esas manchas negras que ves en las paredes y techo no son piedras, sino murciélagos colgando.

Si acercas una linterna a uno de ellos, se vuelven todos como locos, echan a volar y sientes cientos de bichos volando alrededor de tu cabeza lanzando chillidos casi inaudibles. Yo, aragonés precavido, me puse mi gorro blanco para que me vieran bien y no se golpearan con mi cabezota...

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comentarios:
Y.. ¿no miraste al final de la gruta a ver si estaba aparcado el batmovil? Nunca se sabe...
Chico, sólo con ver como mira a la cámara el murcielago de la primera foto y esa siniestra sonrisa que tiene, ya acojona....

Bonita Batcueva!
 
Entonces es verídico o falso que con un "flashazo" todos empiezan a volar como locos al estilo batman begins?

Yo hice la prueba en Egito, en un templo de estos que no son conocidos donde había esactamente 3 murciélagos colgando en una esquina por donde casi nadie pasaba, pero nada. Supuse que al ser urbanos y ver pasar a varios miles de turistas en manada todos los días las fotos no les preocupaban mucho.

Igual los de pueblo si que se asustan...
 
es verídico! no fue un flash sino enfocar con una linterna a un palmo de distancia a uno de ellos, pega un grito y se ponen todos a volar como posesos
 
Uf! no me he visto en la situación pero imagino que además de los murcielagos, la que saldría chillando sería yo :{
 
uff eso de los murciélagos no mola nada!!! qué miedo!!!
 
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