lunes, febrero 19, 2007
Postales desde Viena: Teatro de la Ópera
Esta segunda entrada de la miniserie "Teatros del Mundo" sirve además para empezar otra serie que llamaremos: postales desde Viena. Por series y miniseries que no quede, ¡son gratis!
Inaugurado en 1869, el teatro de la ópera de Viena sufrió graves daños en los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, pero luce ahora así de expléndido.
Quizás más espectacular sea aún su lujosísimo interior, que pueden ver los trasnochadores y los madrugadores en el concierto de año nuevo de la filarmónica de la ciudad, que se celebra allí todos los años, se retransmite para todo el mundo y es seguido aproximadamente por una sexta parte de todos los habitantes del planeta.
Tuve ocasión de estar allí el día del Baile de la Ópera, hace algunos años. Se celebra una vez al año a mitades de febrero desde hace 51 años. Nunca olvidaré mi sensación de "plebeyo" viendo llegar las limusinas de elegantísimos "nobles" y asomándome a las ventanas de la planta baja para ver cómo era servido un primer cóctel en su interior, mientras decenas de otros plebeyos (japoneses) a mi alrededor, también luchando por un pedazo de ventana, sacaban fotos y alborotaban en su incomprensible lengua.
Hay un multimillonario constructor vienés, Richard Lugner, que cada año "invita" (yo diría "contrata") a una (mujer) famosa para asistir al Baile. El año en el que yo andaba por allí, la invitada era Sarah Ferguson, Duquesa de York. El evento era de una elegancia superlativa. Otros años fueron invitadas, por ejemplo, Sofía Loren, Joan Collins, Raquel Welch, Faye Dunaway, Gina Lollobrigida o Jacqueline Bisset, es decir, todas ellas mujeres glamurosas...
Y digo que el evento era elegantísimo porque leo ahora que la "invitada" (por un millón de dólares) de este año al Baile (que se celebró el 15 de febrero) ha sido nada más y nada menos que.. tachaaán... Paris Hilton.
Y leo en la prensa:
Mi recomendación final: si caes por Viena un 15 de febrero, después de asomarte a las ventanas de la Ópera, acércate a la cafetería del Hotel Sacher, que está justo detrás de la Ópera, a disfrutar de una genuína Sachertorte y un café... vienés (schlágobers), por supuesto.
Inaugurado en 1869, el teatro de la ópera de Viena sufrió graves daños en los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, pero luce ahora así de expléndido.
Quizás más espectacular sea aún su lujosísimo interior, que pueden ver los trasnochadores y los madrugadores en el concierto de año nuevo de la filarmónica de la ciudad, que se celebra allí todos los años, se retransmite para todo el mundo y es seguido aproximadamente por una sexta parte de todos los habitantes del planeta.
Tuve ocasión de estar allí el día del Baile de la Ópera, hace algunos años. Se celebra una vez al año a mitades de febrero desde hace 51 años. Nunca olvidaré mi sensación de "plebeyo" viendo llegar las limusinas de elegantísimos "nobles" y asomándome a las ventanas de la planta baja para ver cómo era servido un primer cóctel en su interior, mientras decenas de otros plebeyos (japoneses) a mi alrededor, también luchando por un pedazo de ventana, sacaban fotos y alborotaban en su incomprensible lengua.
Hay un multimillonario constructor vienés, Richard Lugner, que cada año "invita" (yo diría "contrata") a una (mujer) famosa para asistir al Baile. El año en el que yo andaba por allí, la invitada era Sarah Ferguson, Duquesa de York. El evento era de una elegancia superlativa. Otros años fueron invitadas, por ejemplo, Sofía Loren, Joan Collins, Raquel Welch, Faye Dunaway, Gina Lollobrigida o Jacqueline Bisset, es decir, todas ellas mujeres glamurosas...
Y digo que el evento era elegantísimo porque leo ahora que la "invitada" (por un millón de dólares) de este año al Baile (que se celebró el 15 de febrero) ha sido nada más y nada menos que.. tachaaán... Paris Hilton.
Y leo en la prensa:
La clase alta vienesa todavía no se ha recuperado del susto.Y leo también:
La heredera del imperio hotelero estadounidense Paris Hilton tuvo hoy [por el 15 de febrero] que cancelar una aparición pública para firmar autógrafos cuando empezaron a volar objetos sobre el escenario en el que hizo aparición en un centro comercial de Viena.Y también:
Paris Hilton bosteza en el baile de Viena. Podría haber bailado toda la noche. Pero en vez de eso, Paris Hilton bostezó y jugó con su teléfono celular.En fin, que la cosa estuvo "caliente", como siempre allá donde va...
Mi recomendación final: si caes por Viena un 15 de febrero, después de asomarte a las ventanas de la Ópera, acércate a la cafetería del Hotel Sacher, que está justo detrás de la Ópera, a disfrutar de una genuína Sachertorte y un café... vienés (schlágobers), por supuesto.
comentarios:
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Por lo menos tiene una fachada exterior más imponente que la decepcionante fachada del famosísimo Teatro alla scalla de Milán.
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