domingo, enero 15, 2012
Frases de cine negro: "Atraco perfecto"
Dicen algunos que Kubrick hubiera pasado a la historia del cine sólo con Atraco perfecto. Es su primera gran
película, quizás una de las mejores. Sus dos anteriores, Fear and Desire (1953) y El beso del asesino (1955), no
dejan de ser ensayos de laboratorio en los territorios del cine bélico y del cine negro, respectivamente, pero
adolecen de un guión flojito. Kubrick se desquitaría inmediatamente de esos dos fracasos iniciales con dos obras
maestras, del cine negro, Atraco perfecto (1956), y del cine bélico, Senderos de gloria (1957). Ambas son, sin duda, obras de culto.
Si bien Kubrick aparece en los créditos de Atraco perfecto como primer guionista, la mayor parte de los diálogos fueron escritos por Jim Thompson (magnífico novelista, autor por ejemplo de La huida, llevada al cine en 1972 por Sam Peckinpah, o de Los timadores, también llevada a la pantalla en 1990 por Stephen Frears), a partir de la novela Clean Break, de Lionel White (quien también escribió, por ejemplo, Obsession, llevada al cine en 1965 por Jean-Luc Godard como Pierrot el loco).
Destaca en Atraco perfecto el estilo narrativo, revolucionario para su época, que disecciona la historia como un puzzle de escenas, mostradas en paralelo sin orden cronológico y ocurridas todas en un corto espacio de tiempo. Todas las piezas engranan perfectamente llevando la historia al clímax del atraco final, el cual es contado ya de forma lineal y prácticamente en tiempo real.
En fin, prefiero no destripar ni una línea de la historia, para que quienes no la hayan visto la disfruten al máximo. Un contable venido a menos, un cajero engañado por su mujer, un policía dispuesto a saltarse la línea roja de la ley, un barman infeliz por la enfermedad de su esposa y un francotirador retirado en su granja. Todos los ingredientes del género negro, mencionados en la anterior anotación de esta serie, están aquí presentes de forma brillante: la femme fatale encarnada en la mujer del cajero, Sherry Peatty (personaje interpretado por Marie Windsor), el claroscuro (memorable esa escena de los cinco de la banda alrededor de una mesa, ver foto), la fatalidad del destino desde la primera escena hasta la última (todo parece perfecto, infalible, pero existe un punto débil: la ambición y el contagioso voltaje sexual de Sherry Peatty, la mujer del más apocado miembro de la banda, el cajero). Todas las piezas del rompecabezas están sobre la mesa. Júntalas, dales un empujoncito, para que la cosa avance... y el desenlace es inevitable... En el cine negro, el atraco perfecto no existe, por supuesto.
La película de hoy: Atraco perfecto
Título original: The Killing
Director: Stanley Kubrick
Año: 1956
IMDB: más información
Randy Kennan (Ted de Corsia), el policía — Debe ser una inspectora de casas, pasaba por aquí y se puso a medir la cerradura... ¿no?
George Peatty (Elisha Cook Jr.), el cajero — Dime una cosa. ¿Por qué te decidiste a vivir conmigo?
Sherry Peatty (Marie Windsor), su mujer — Un hombre no debe hacer esas preguntas. Porque no tenía nada mejor.
Sherry Peatty (Marie Windsor), a su marido, el cajero — Lo único que has hecho en estos cinco años es decirme que me quieres.
Johnny Clay (Sterling Hayden), el cerebro, dirigiéndose a Sherry Peatty, la mujer del cajero — Te gusta el dinero. Tienes un gran signo de dólar donde la mayoría de las mujeres tiene un corazón.
Si bien Kubrick aparece en los créditos de Atraco perfecto como primer guionista, la mayor parte de los diálogos fueron escritos por Jim Thompson (magnífico novelista, autor por ejemplo de La huida, llevada al cine en 1972 por Sam Peckinpah, o de Los timadores, también llevada a la pantalla en 1990 por Stephen Frears), a partir de la novela Clean Break, de Lionel White (quien también escribió, por ejemplo, Obsession, llevada al cine en 1965 por Jean-Luc Godard como Pierrot el loco).
Destaca en Atraco perfecto el estilo narrativo, revolucionario para su época, que disecciona la historia como un puzzle de escenas, mostradas en paralelo sin orden cronológico y ocurridas todas en un corto espacio de tiempo. Todas las piezas engranan perfectamente llevando la historia al clímax del atraco final, el cual es contado ya de forma lineal y prácticamente en tiempo real.
En fin, prefiero no destripar ni una línea de la historia, para que quienes no la hayan visto la disfruten al máximo. Un contable venido a menos, un cajero engañado por su mujer, un policía dispuesto a saltarse la línea roja de la ley, un barman infeliz por la enfermedad de su esposa y un francotirador retirado en su granja. Todos los ingredientes del género negro, mencionados en la anterior anotación de esta serie, están aquí presentes de forma brillante: la femme fatale encarnada en la mujer del cajero, Sherry Peatty (personaje interpretado por Marie Windsor), el claroscuro (memorable esa escena de los cinco de la banda alrededor de una mesa, ver foto), la fatalidad del destino desde la primera escena hasta la última (todo parece perfecto, infalible, pero existe un punto débil: la ambición y el contagioso voltaje sexual de Sherry Peatty, la mujer del más apocado miembro de la banda, el cajero). Todas las piezas del rompecabezas están sobre la mesa. Júntalas, dales un empujoncito, para que la cosa avance... y el desenlace es inevitable... En el cine negro, el atraco perfecto no existe, por supuesto.
La película de hoy: Atraco perfecto
Título original: The Killing
Director: Stanley Kubrick
Año: 1956
IMDB: más información
Atraco perfecto (Stanley Kubrick, 1956)
Randy Kennan (Ted de Corsia), el policía — Debe ser una inspectora de casas, pasaba por aquí y se puso a medir la cerradura... ¿no?
George Peatty (Elisha Cook Jr.), el cajero — Dime una cosa. ¿Por qué te decidiste a vivir conmigo?
Sherry Peatty (Marie Windsor), su mujer — Un hombre no debe hacer esas preguntas. Porque no tenía nada mejor.
Sherry Peatty (Marie Windsor), a su marido, el cajero — Lo único que has hecho en estos cinco años es decirme que me quieres.
Johnny Clay (Sterling Hayden), el cerebro, dirigiéndose a Sherry Peatty, la mujer del cajero — Te gusta el dinero. Tienes un gran signo de dólar donde la mayoría de las mujeres tiene un corazón.
Etiquetas: cine