lunes, enero 30, 2012

 

Grafitis del siglo XVI

Nihil novum sub sole. Todo (lo importante) está inventado.
"Grabados en la roca: hechos para durar"
Así reza el tablón explicativo colocado por la Diputación Provincial de Huesca junto a los grabados de la ermita de San Lorién (San Lorenzo), cerca de Revilla.

Y razón tiene el titular. Tras 500 años a la intemperie, los visitantes acercamos la vista en silencio intentando adivinar las intenciones de los grafiteros de los siglos XVI, XVII, XVIII... al trazar los símbolos y rayas en ese emplazamiento mágico.

¿La parrilla del martirio de San Lorenzo?
(fotos: Javifields, clic para ampliar)

¿La bóveda o el arco apuntado de un templo?

¿Una "S" tumbada, parte del grafismo cristiano "IHS"?

Éste está muy claro: (año) 1650.

No parecen formar un repertorio ordenado de imágenes. Se trata de elementos sueltos y dispersos. Algunos fácilmente interpretables (cruces, siluetas humanas, cifras que indican diferentes años: 1561, 1650, 1785, 1857...), otros siguen constituyendo un misterio.

El paraje: en la Garganta de Escuaín, escavada por el río Yaga frente a las paredes del Castillo Mayor, en el límite oriental del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.

Paredes de la ermita de San Lorién, sobre la Garganta de Escuaín

Unos segundos de vídeo para hacerse una idea un poco más viva del paraje.

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