sábado, abril 28, 2012
Momentos de cine: La guerra
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La película de hoy: Apocalypse NowTítulo original: Apocalypse Now
Director: Francis Ford Coppola
Año: 1979
IMDB: más información
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"While you Americans... you are fighting for the biggest nothing in history!"
Etiquetas: cine
domingo, abril 22, 2012
Día de la Tierra: S.O.S.
Cada día que pasa se tala en Borneo una superficie de selva equivalente a unos 4.000 campos de fútbol.
Pronto será imposible tender la ropa en casa contemplando la selva.
Pronto será imposible tender la ropa en casa contemplando la selva.
Longhouse en el interior de la selva de Borneo (foto: Javifields)
Etiquetas: fotos, Malasia, sociedad
miércoles, abril 04, 2012
Frases de Cine Negro: "Sed de mal", o el gran tratado sobre los planos secuencia
Los tres primeros minutos de la película, los mismos que marca el personaje en el dispositivo de detonación de la bomba al inicio, contienen probablemente el mejor plano secuencia de la historia del cine (os recuerdo qué significa esto, lo conté en la anotación sobre "El secreto de sus ojos" de Campanella, en la que por cierto desapareció el vídeo a requerimiento de Sony: Un plano es la unidad narrativa en el cine, es una parte de película rodada en una sola toma. La siguiente unidad narrativa, la secuencia, enlaza varios planos tomados en un mismo escenario, con los mismos personajes y la misma acción. Es decir, una secuencia es una unidad dramática de espacio y tiempo. Un plano secuencia es una secuencia filmada en continuidad, sin corte entre planos, en la que la cámara se desplaza de acuerdo a una meticulosa planificación.).
Orson Welles plantea este plano secuencia en la forma en que él concibe el cine, como el director de una gran orquesta y coros, coordinando a todo el equipo: los actores protagonistas, los extras que van de aquí para allá, los coches que se mueven, el movimiento de la grúa, los diálogos, las actuaciones, la iluminación, el sonido, el movimiento de la cámara obligando a continuos cambios de enfoque, la banda sonora (magnífica, por cierto, de Henry Mancini) que envuelve a todo lo demás. Es una coreografía increíble (para los informáticos: es como si Welles hubiese rodado la película utilizando un "super-Prezi"). Sin trampa ni cartón: CINE. Probablemente, ya nadie sabe hacer cine así. Y si alguien sabe, no lo demuestra.
La película de hoy: Sed de mal
Título original: Touch of Evil
Director: Orson Welles
Año: 1958
IMDB: más información
Dicen sin embargo que Orson Welles prefería otros dos planos secuencia de la misma película, de cinco minutos cada uno y casi consecutivos. Los que transcurren en el interior del apartamento de Sánchez, el chico mejicano que "cargará con el muerto". Entre ambos planos, el comisario mejicano Mike Vargas (Charlton Heston) sale un momento del apartamento para llamar a su esposa (Janet Leigh) y regresa enseguida. Un buen número de personajes apelotonados en el apartamento, moviéndose de un lado para otro, siguiendo la perfecta coreografía. Entre todos ellos, el capitán Hank Quinlan (encarnado por el propio Orson Welles), se come la pantalla cuando aparece, ayudado por los planos contrapicados ideados por él mismo a tal efecto.
Son éstos dos planos secuencia. Cinco minutos cada uno.
Me ahorro más opinión sobre esta obra maestra del cine negro. La última gran película del género, según los expertos. Podéis encontrar algunas opiniones aquí, aquí o aquí.
— Vamos, léeme el futuro.
— No tienes futuro.
— ¿Qué quieres decir?
— Se te acabó el futuro. ¿Por qué no te vas a casa?
— ¿Falsificando pruebas?
— Ayudando a la justicia, compañero.
— ¿No va a venir nadie a llevárselo?
— Sí, dentro de unos minutos. Le gustaba, ¿verdad?
— El agente de policía. El que lo mató. Él lo quería.
— Bueno, Hank era un gran detective, sin duda.
— Y un mal policía.
— ¿Es todo lo que dice a su favor?
— Era un hombre fuera de lo común. ¿Qué importa lo que diga uno sobre la gente?
Orson Welles plantea este plano secuencia en la forma en que él concibe el cine, como el director de una gran orquesta y coros, coordinando a todo el equipo: los actores protagonistas, los extras que van de aquí para allá, los coches que se mueven, el movimiento de la grúa, los diálogos, las actuaciones, la iluminación, el sonido, el movimiento de la cámara obligando a continuos cambios de enfoque, la banda sonora (magnífica, por cierto, de Henry Mancini) que envuelve a todo lo demás. Es una coreografía increíble (para los informáticos: es como si Welles hubiese rodado la película utilizando un "super-Prezi"). Sin trampa ni cartón: CINE. Probablemente, ya nadie sabe hacer cine así. Y si alguien sabe, no lo demuestra.
La película de hoy: Sed de mal
Título original: Touch of Evil
Director: Orson Welles
Año: 1958
IMDB: más información
Dicen sin embargo que Orson Welles prefería otros dos planos secuencia de la misma película, de cinco minutos cada uno y casi consecutivos. Los que transcurren en el interior del apartamento de Sánchez, el chico mejicano que "cargará con el muerto". Entre ambos planos, el comisario mejicano Mike Vargas (Charlton Heston) sale un momento del apartamento para llamar a su esposa (Janet Leigh) y regresa enseguida. Un buen número de personajes apelotonados en el apartamento, moviéndose de un lado para otro, siguiendo la perfecta coreografía. Entre todos ellos, el capitán Hank Quinlan (encarnado por el propio Orson Welles), se come la pantalla cuando aparece, ayudado por los planos contrapicados ideados por él mismo a tal efecto.
Son éstos dos planos secuencia. Cinco minutos cada uno.
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Me ahorro más opinión sobre esta obra maestra del cine negro. La última gran película del género, según los expertos. Podéis encontrar algunas opiniones aquí, aquí o aquí.
Por supuesto, algunas frases:
— ¿Qué intentan hacerme?
— Atarte a la silla eléctrica. No nos gusta cuando gente inocente vuela en mil pedazos en esta ciudad. Una señora recogió anoche un zapato en la calle Mayor. El zapato tenía un pie adentro. Pagarás por ello.
— ¿Qué intentan hacerme?
— Atarte a la silla eléctrica. No nos gusta cuando gente inocente vuela en mil pedazos en esta ciudad. Una señora recogió anoche un zapato en la calle Mayor. El zapato tenía un pie adentro. Pagarás por ello.
— Vamos, léeme el futuro.
— No tienes futuro.
— ¿Qué quieres decir?
— Se te acabó el futuro. ¿Por qué no te vas a casa?
— ¿Falsificando pruebas?
— Ayudando a la justicia, compañero.
— ¿No va a venir nadie a llevárselo?
— Sí, dentro de unos minutos. Le gustaba, ¿verdad?
— El agente de policía. El que lo mató. Él lo quería.
— Bueno, Hank era un gran detective, sin duda.
— Y un mal policía.
— ¿Es todo lo que dice a su favor?
— Era un hombre fuera de lo común. ¿Qué importa lo que diga uno sobre la gente?
Etiquetas: cine
domingo, abril 01, 2012
Treinta años sobre las tablas: Toma dos
En una anotación de junio del año pasado titulada "Treinta años sobre las tablas", incluí una foto del inicio de la obra Antígona, de Jean Anouilh, representada en 1981 en el semi-centenario Instituto Domingo Miral de Jaca. Incluí también en aquella anotación el monólogo inicial, que tuve que memorizar a fuerza de repeticiones, y que todavía me viene a la mente en algunos "momentos tontos".
El fin de semana pasado, el de la celebración de la fiesta central del 50 Aniversario del Domingo Miral, me encontré en los "baúles fotográficos jacetanos" esta foto de grupo, tomada solo unos minutos antes que la otra. ¡Qué jóvenes éramos con treinta años menos!
El duro monólogo que cierra la obra me tocó también a mi. Era... no, es éste que sigue. Se culmina la tragedia en el escenario, empieza la catarsis para los espectadores:
El fin de semana pasado, el de la celebración de la fiesta central del 50 Aniversario del Domingo Miral, me encontré en los "baúles fotográficos jacetanos" esta foto de grupo, tomada solo unos minutos antes que la otra. ¡Qué jóvenes éramos con treinta años menos!
Preparados para representar "Antígona", de Jean Anouilh.
Instituto Domingo Miral de Jaca, 1981.
El duro monólogo que cierra la obra me tocó también a mi. Era... no, es éste que sigue. Se culmina la tragedia en el escenario, empieza la catarsis para los espectadores:
Y es así.
Sin la pequeña Antígona, es cierto, todos hubieran estado muy tranquilos. Pero ahora se acabó. A pesar de todo, están tranquilos. Todos los que tenían que morir han muerto. Los que creían una cosa, y los que creían lo contrario, y aun los que no creían nada y se vieron envueltos en el asunto sin comprender nada. Muertos parecidos, todos, bien rígidos, bien inútiles, bien podridos. Y los que viven todavía, comenzarán despacito a olvidarlos y a confundir sus nombres. Se acabó. Antígona está calmada ahora, jamás sabremos de qué fiebre. Su deber le ha sido perdonado.
Un gran sosiego triste cae sobre Tebas y sobre el palacio vacío donde Creón empezará a esperar la muerte. No queda más que los guardias. A ellos todo esto les da lo mismo; no es asunto suyo. Continúan jugando a las cartas...Como escribía hace pocos días en una red social, el Instituto Domingo Miral me descubrió la actividad grupal más apasionante que conozco, me enseñó a amar el teatro. Gracias a Ángela Abós, gracias a Concha Tovar, gracias a María José Latorre, y gracias a todos los compañeros de reparto en aquella obra. El siguiente vídeo, elaborado por los Piratas de Guante Blanco, es un bonito recuerdo de los 50 años de teatro en el Instituto Domingo Miral.